jueves, 26 de abril de 2012

Tecnologia y discapacidad


En ese ámbito, o sea en el medio ambiente, están los recursos tecnológicos y pedagógicos terapéuticos. Se definen como Tecnologías de apoyo a “cualquier artículo, equipo global o parcial, o cualquier sistema adquirido comercialmente o adaptado a una persona, que se usa para aumentar o mejorar capacidades funcionales de individuos con discapacidades” (Alcantud y Ferrer, 1998).
Esta definición destaca dos componentes importantes. Por un lado, subraya las capacidades funcionales más que las deficiencias y por otro lado, algo fundamental que es el componente de individualización del sistema ayuda-usuario. Cada aplicación es una circunstancia única en función de la naturaleza y grado de la discapacidad. No existen dos exactamente iguales ni en el contexto, ni en las habilidades previas de la persona, ni en el tipo y grado de discapacidad, ni probablemente en el objetivo final para el que se diseñan.
Actualmente, cuando se piensa en estas tecnologías se piensa mayormente en las TIC, tecnologías de la información y la comunicación, que se apoyan en los recursos informáticos, los que permiten que muchas personas puedan llevar a cabo las acciones tendientes a satisfacer sus necesidades, que de otro modo no podrían concretar: Además de su potencialidad standard, permite la combinación de interfaces tanto de software como de hardware, que aseguran la accesibilidad.
Pero el encuentro con la tecnología en general y la computadora en particular, no se produce por sí mismo, no es el equipamiento el que ofrece por sí solo las soluciones, siempre encontraremos un mediador. Esto quiere decir que entre la computadora y la persona que va a aprovechar sus potencialidades habrá un tercer factor, que puede estar encarnado por un profesional, varios, una institución, amigos, familiares, y otros. Y un pilar importante, que es la metodología de trabajo, adecuada a cada persona, y es aquí donde el mediador tiene que ser flexible para intervenir eficazmente.
A todos los que nos relacionamos con las computadoras nos resulta útil en algún sentido, pero podríamos decir que no nos resultan indispensables, ya que la humanidad tuvo muchos logros antes e independientemente de estos aparatos. Pero para muchas personas con discapacidad, los recursos tecnológicos y en particular la computadora, representa un antes y un después en su vida.
Comunicación: de la imposibilidad a la posibilidad.
Valimiento: de la dependencia a la autonomía.
Estudio, realización de la vocación: de la restricción a la posibilidad de elección.
Trabajo: del dificultoso desplazamiento al teletrabajo.
La computadora es una máquina esencialmente interactiva, brinda respuestas y permite avanzar. Además, más que una máquina, según dice Rafael Sánchez Montoya es “muchas máquinas”. (2)
Y volvemos a achicar el espectro de aplicaciones, para no quedarnos en amplias enumeraciones, y por el contrario dar ejemplos concretos, como el desafío de escribir, que a veces resulta imposible. Pero...
¿Qué ofrece la computadora a la persona ciega?
¿Qué interfaz puede ayudarle para llegar a escribir a una persona que tiene dificultades motrices para tomar un lápiz e incluso para pulsar teclas?
¿Le sirve también a los sordos, que aparentemente tienen todas las posibilidades, si poseen la vista y la motricidad necesaria?
¿Por qué aprendería a escribir el niño, joven o adulto que no aprendió antes, sin la computadora? ¿Qué es lo que aporta de diferente este recurso?
Una breve descripción de las propiedades que el recurso tiene para salvar esas dificultades, con mención de algunos de los programas adecuados en cada caso, manteniendo con fines prácticos la distinción clásica, por tipos de discapacidad, aunque ya desde la CIF ha sido superada:
DISCAPACIDAD VISUAL
Si bien la persona ciega o con baja visión puede comunicarse verbalmente y mantener así una fluidez excelente, llega a veces a situaciones de aislamiento y a limitaciones en la privacidad e independencia.
Una dificultad es la comunicación escrita, ya sea con personas que tienen visión o no.  Por eso al contar con Magnificador de caracteres –la persona con disminución visual- , combinado o no con Lector de pantalla, accede a la lectura y a la escritura de forma común, lo cual le permite estudiar, trabajar, mantener correspondencia, buscar y ofrecer información en Internet, enciclopedias y bibliografía en general. Todo eso también lo puede aprovechar la persona ciega, con un programa lector de pantalla. Claro que el acceso es por teclado (no se usa el mouse) y el intercambio con lo que sucede en la pantalla es por vía auditiva, el programa habla y lee todo lo que se está haciendo y recorriendo en la pantalla. Se puede combinar también con el sistema Braille, tanto en escritura como en impresión.
Es preciso tener en cuenta que para que se den los logros de navegación, hay que respetar las normas y recomendaciones sobre Accesibilidad de los Sitios de Internet (3)

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